JJOO: Un Diploma Olímpico y un orgullo sampedrino: Julio Alsogaray

Julio finalizó cuarto en la regata por las Medallas, quedando séptimo en la clasificación general de la Clase Laser en la 29na edición de los Juegos Olímpicos, versión 2008 en China.
Lo de Alsogaray fue demasiado y el séptimo puesto tiene todos sus ingredientes necesarios para ser degustado con paciencia y orgullo.
Tres lograron medallas (Tom Goodison (GBR) oro, Vasilij Zbogar(ESL) plata, Diego Romero (ITA) bronce) y siete recibieron un diploma olímpico. El resto, ya había partido a su lugar de orígen, o quizás se quedó a disfrutar de otras disciplinas. Pero…Julio recibió un diploma. Pocos se van a ir de Beijing con muchas gratificaciones, contratos con empresas, reconocimientos económicos de parte de los gobiernos de sus propias naciones, una vez pasados estos juegos con sabor a oriente.
Sin embargo, Julio es otro de los tantos que dentro del bolso con aires de regreso, ese que estará haciendo en la Sede de la Marina de Qingdao, deberá asegurar un espacio para guardar el diploma con tinta china y un reconocimiento mundial e histórico, además de acomodar bien (para que no se arruguen) los recuerdos de sacrificios, las broncas con los cambios de dirección del viento, las vivencias con sus compañeros….su experiencia olímpica. Todos tenemos experiencias, vivencias, sueños…pero otros, le adjuntan la palabra olímpica. Ocho palabras para designar a alguien distinto, épico, talentoso, digno de defender su disciplina. Esa que por ejemplo arrancó hace varios años en el río Paraná, y que con viento favor (ese que sopló pocas veces en tierras de la seda) le dibujó una estela en las aguas para que su vida se “profesionalice” y sea parte del Yacht Club Argentino. Esas aguas le marcaron también que si el esfuerzo lo ponía él, la bandera argentina podía ser izada en un Panamericano como el de Río de Janeiro el año pasado. Tercer lugar, una medalla y el ascensor para llegar a un Juego Olímpico. El de China. La estadística oficial de la prensa de los Juegos enuncia que el representante sampedrino finalizó séptimo en Clase Laser. Esa estadística suena fría y con sabor a poco, pero que puede ser sazonada con orgullo y hasta algo de bronca. Sin embargo, Julio tiene algo que muy pocos tienen, un diploma…Olímpico.